Por Sebastian Olavarría, Gerente de Área Internacional | Publicado: 10 de Octubre, 2022.
El medio ambiente ha dado señales claras de afectación, que nos llevan a plantearnos la necesidad de realizar cambios radicales en todas las industrias productivas que -por muy rentables que parezcan- han impactado en el acelerado deterioro de nuestro planeta. Para algunos, suena más como un cliché, que como una realidad.
Sin embargo, lo que antes se veía lejano, hoy está sucediendo y no solo afectará a las futuras generaciones, sino que ya lo estamos viviendo. Uno de los mayores problemas es que hay elementos como los químicos de limpieza y desinfección, que no advierten -de la forma en que se debería- sus reales efectos en el medio ambiente.
Lamentablemente, todos los registros sanitarios que existen sobre este tipo de productos apuntan a regular impactos específicos de corto plazo en la aplicación de los químicos, pero no informan claramente los efectos de largo plazo en las personas y el entorno.
Por lo anterior, se nos hace más difícil tomarle el peso a nuestras acciones y decisiones, no porque no queramos ver, sino porque nos han contado solo una parte. La falta de información nos impide apreciar en toda su magnitud el real impacto de lo que hacemos en nuestro día a día y el potencial peligro a mediano plazo, que al parecer, no somos capaces de dimensionar, ni como gobierno ni como sociedad civil.
Si hay algo que esta claro y más que estudiado es que el ser humano le teme al cambio. Aunque siempre es necesario, muchas personas se inquietan frente a lo desconocido, la falta de control o el miedo al fracaso.